Una parte fundamental para vivir seguros, la constituye el análisis de riesgos, es decir, la evaluación de las amenazas presentes en nuestra vida, con el fin de que al tener un diagnóstico de las mismas, podamos emprender acciones que si bien, no nos van a exentar de la posibilidad de que dichas amenazas se conviertan en una realidad, si van a disminuir considerablemente la posibilidad de su ocurrencia.
Este tipo de evaluaciones se deben realizar con base en anillos o círculos concéntricos de protección, considerando el anillo más externo como el primero, y así sucesivamente, hasta llegar a nuestra persona.
Se trata de lograr la conciencia de todas las circunstancias, condiciones y variables en el entorno, que puedan constituir aspectos que nos hagan vulnerables a convertirnos en víctimas, concretamente en el tema que nos ocupa, de delitos.
Las evaluaciones se deben realizar, en una primera instancia, estudiando la situación que en ese momento enfrente una persona a nivel individual, familiar y social, debiendo revisarse en futuras ocasiones, de manera constante, toda vez que existan cambios en el entorno de la persona o bien, al ser detectadas nuevas amenazas o modus operandi de los delincuentes.
Si bien el sentido común forma parte de este importante ejercicio, en términos de idoneidad, debemos buscar el apoyo de expertos certificados en seguridad, para lograr una visión integral de riesgos y minimizarlos en lo posible, por ello, hemos invitado a una experta en la materia, Patricia Fresnedo Alcántara, para que nos ilustre y permita conocer la forma, en que debamos llevar a cabo estas evaluaciones.
Lee David. (2019). Análisis personal de riesgos. Manual de Seguridad para la Prevención de Delitos. Recuperado de http://manualdeseguridad.com.mx/seguridad_newsletter/19/analisis_personal_de_riesgos.asp